Daniela Magnano.
Nos narró la Leyenda de la Yerba Mate y en ella vimos reflejada la cultura guaraní y sentimos cómo se puede aprender, aprehenderse y compartir la cultura entendiendo así nuestras costumbres y tradiciones como por ejemplo el ríquísimo matecito de la tarde en compañía de familia, amigos, vecinos....
Jardin 905 "Alfonsina Storni"
"Un lugar de Aprendizaje Creativo"
lunes, 14 de octubre de 2013
martes, 23 de octubre de 2012
Gracias Ana Reich por llagar a nosotros a través del Plan "Dar de Leer" de la Biblioteca Nacional.
Gracias Guillermina Predassi Bianchi, por tus narraciones!
A Daniela Magnano por acercarnos la Historia de la Yerba Mate
Y a todas las abuelas y mamás que se subieron a contar cuentos.
martes, 16 de octubre de 2012
Arriba el Telón! Los títeres
viernes, 7 de septiembre de 2012
En el 2012 pasaron muchas cosas!!!
miércoles, 5 de septiembre de 2012
viernes, 27 de mayo de 2011
ESCUCHANDO CUENTOS
Comenzamos la jornada escuchando todos juntos un cuento y explorando libros.
Agradecemos a la Federación de Educadores Bonaerense delegación Vicente López, que con su aporte nos permitió comprar hermosos libros de literatura infantil de nuestros autores preferidos: Silvia Schujer, Elsa Bornemann, Ana María Shua, Graciela Montes, Adela Bash, Gustavo Roldán, Ricardo Mariño, Laura Devetach entre otros.
¡Muchas Gracias!!
domingo, 17 de abril de 2011
OPINAN ESPECIALISTAS
“Yo creo que la escuela tiene que hacerse cargo de todo el conjunto cultural y hacerse cargo de construir con los niños los cimientos antes de los aprendizajes. La lectura es uno de ellos. La propuesta es muy sencilla: hay que leer a los niños. O mejor, hay que leer. Los niños necesitan encontrar adultos que leen. Frecuentemente, maestros me dicen: “¿Cómo leer? Yo no tengo tiempo, no puedo”. Ya sé que es difícil la condición especialmente de las maestras que, además de la clase, tienen la familia. Lo entiendo, lo puedo justifi car, pero sigue siendo imposible para una persona que no necesita leer, enseñar a leer. No funciona. Los niños necesitan encontrar, por primera vez en su vida probablemente, personas que leen y que no pueden resistirse a leer. Y leen literatura, porque leen por placer. Y esto se manifi esta, esto se nota. Invitar a los niños a un mundo de libros, no importa la edad, que sean de ocho meses o que sean de tres años o cinco años, la escuela debe ser lugar donde hay libros, donde se ven libros, se tocan libros, se respetan los libros. No se usan como juguetes, se usan como libros.
Y por fin la propuesta más simple: dedicar un tiempo a la lectura a los niños. La propuesta que yo hago es un tiempo fijo cada día. Puede ser, pongamos, un cuarto de hora, veinte minutos. Si queréis con un despertador, que sea riguroso y que termina. Esto especialmente si queremos hacer una experiencia fundamental que es leer libros, no cuentos. No digo que los cuentos no valgan, se puede hacer un poco, pero lo importante es comprometernos a leer libros por muchos días. Enseguida, retomándolo donde lo dejamos ayer, con los niños que dicen: “No, por favor, que siga…” No, tenemos que parar. Y tenemos que esperar a mañana, porque esperar también forma parte de la cultura de la lectura. Si no lo habéis probado, podéis vivir emociones únicas, porque un grupo de niños escuchando a un adulto que lee (cuidado, que lee bien). Hay que prepararse. No tener la presunción de que, como somos maestros, podemos ponernos frente a un libro no importa cómo. Hay que prepararse. Como hace un actor. Pero la emoción que suscita la lectura vale todo el esfuerzo que nosotros hacemos. Dedicar un tiempo fijo a la lectura”.
Francesco Tonucci
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